Hoy hacemos alcauciles al natural
Si te gustan los alcauciles y querés disfrutarlos todo el año, esta receta te enseña a prepararlos al natural, listos para guardar en frascos. Son fáciles de hacer y quedan perfectos para usar en ensaladas, pastas o simplemente para comerlos así, tal cual.
Paso 1. Preparar los alcauciles
Cortá el cabito de cada alcaucil. Con una cuchilla bien afilada, partilos al medio.
Paso 2. Evitar la oxidación
En un bowl, mezclá agua con jugo de limón.
A medida que vayas cortando los alcauciles, sumergilos ahí para que no se oscurezcan.
Paso 3. Limpiar las hojas duras
Con el cuchillo a 45°, cortá las hojas exteriores más duras.
Usá un cuchillito chico para sacar las partes duras que queden y darles una buena forma.
El mismo cuchillo te va a marcar dónde empieza la parte blanda.
Paso 4. Revisar el interior
Si el alcaucil está un poco pasado, vas a notar unos pelitos en el centro. Sacalos con una cucharita.
Seguís poniéndolos en el agua con limón mientras trabajás.
Paso 5. Cortar según el tamaño
Si los alcauciles son grandes, cortalos en cuartos para que entren en el frasco.
Si tenés corazones chicos, podés dejarlos enteros.
Paso 6. Hervir
En una olla grande, mezclá agua, sal y vinagre.
Cuando hierva, agregá los corazones.
Cocinalos hasta que, al pincharlos, estén blanditos.
Paso 7. Envasar
Envasá los alcauciles bien calientes.
Acomodalos en los frascos y apretalos suavemente.
Agregá el líquido de cobertura (colado, para sacar posibles pelitos) hasta llenar el frasco.
Paso 8. Cerrar y esterilizar
Tapá con tapas limpias y asegurate de que cierren bien.
Colocá los frascos en una olla con agua hirviendo (el agua debe cubrir las tapas).
Cuando el agua retome el hervor, contá 15 minutos.
Paso 9. Enfriar correctamente
Pasados los 15 minutos, retiralos del agua.
⚠️ No los dejes enfriar dentro de la olla. Dejalos enfriar sobre un paño, boca abajo o derechos, como prefieras.